El domingo, 18 de febrero, es el primero de la Cuaresma de este año. Aquí tenéis la reflexión de nuestro delegado diocesano, Patxi Aizpitarte:
"El miércoles pasado, llamado de Ceniza, dábamos inicio al itinerario cuaresmal de este año, que finalizará el próximo 28 de marzo, Jueves Santo. Al recibir la ceniza se nos proponía un lema para el camino, “Conviértete y cree en el Evangelio”. Este es el objetivo de la Cuaresma: realizar un camino de conversión y de renovación interior que nos lleve a configurarnos más y mejor con Jesús, haciendo nuestro su estilo de vida y mensaje evangélico, y renacer como hombres y mujeres pascuales. A la vez, en la celebración del miércoles, se nos invitaba a practicar la limosna (o solidaridad efectiva), la oración y el ayuno; las tres prácticas más características de la piedad judía que el Cristianismo haría suyas.
“Bihotz-berritu zaitez eta sinetsi berri on” esan zitzaigun joan den asteazkenean hautsa ezartzean eta aurtengo Garizumaldiari hasiera ematean. Hauxe da liturgia handi honen helburua: Jesús bera maisu, gidari eta bidelagun hartuta, bidean bihotz-berritzen saiatzea eta Pazkora eraberriturik iristea. Eta horretan lagungarri izan ditzakegu Elizak proposatzen dizkigun otoitza, limosna (edo partekatze jarrera) eta baraua.
Tenemos delante el primer domingo cuaresmal, en el que se nos presenta el relato evangélico de las tentaciones de Jesús, este año siguiendo la narración más breve y propia del evangelio de Marcos. Estas tentaciones resumen las pulsiones más importantes que el ser humano experimenta y pueden alejarlo de lo mejor de sí: el tener excesivo, el poder sobre los demás y el aparentar. Ante ellas se nos invita a vivir con los ojos fijos en Jesús."
