
Aquí tenéis la reflexión de nuestro delegado diocesano, Patxi Aizpitarte, con motivo del día de Año Nuevo, fiesta de Santa María.
"¡Feliz Año Nuevo! Para vivirlo con ánimo y esperanza nos ofrece la liturgia de este primer día del año esta antiquísima bendición bíblica: “El Señor te bendiga y te guarde; el Señor haga brillar su rostro sobre ti y te conceda su favor; el Señor te muestre su rostro y te conceda su paz” (Núm 6, 24-26).
La Iglesia recuerda y celebra hoy la figura de María como “Portadora” o “Madre de Dios”, título que tiene sus raíces en el Concilio de Éfeso, celebrado el año 431. Esta festividad mariana es de las más antiguas.
A la vez, en este primer día del Año Jubilar nos hacemos eco de la Jornada Mundial de la Paz, que esta vez cuenta con este lema: “Perdona nuestras ofensas, concédenos tu paz”. El papa Francisco señala en su escrito que este evento jubilar podría ser un momento propicio para:
- Extender el respeto a la dignidad humana en todas las fases o etapas de la vida.
- Destinar un porcentaje significativo del dinero empleado en fabricar y comprar armamentos para la constitución de un Fondo mundial para la eliminación del hambre.
- Reducir notablemente o condonar la deuda externa de los países más pobres, como un signo solidaridad, justicia y búsqueda de la paz por parte de los países ricos.
Urte Berri On! Eta jaso dezagun urteko lehen egunetan Biblia mundutik datorkigun antzinako bedeinkapen ederra: “Jaunak bedeinka eta gorde zaitzala; Jaunak aurpegi argi erakutsi eta erruki dakizula. Jaunak maitasunez begiratu eta bakea eman diezazula” (Zen 6. 24-26).
Andre Maria oroitzen eta ospatzen du gaur Elizak, “Jainkoaren Ama” aitortuz. Belengo estalpean ikusten dugu gaurko Ebanjelioan, gertatuko guztiak gogoan jasoz eta artzainek esandakoak bihotzean hausnartuz (Lk 2 16-21). Bera dugu eredu eta bidelagun fededunok".