La formación es una herramienta necesaria para crecer como personas, como ciudadanas, en cada caso como profesionales o voluntarias. La formación por lo tanto no sólo nos ayuda a comprender lo que sucede alrededor, sino que nos propone tener conocimientos, profundizar en técnicas, innovar, revisar actitudes y mejorar habilidades personales con el propósito de mejorar nuestro acompañamiento social con las personas más desfavorecidas.

La formación debe conseguir que seamos mejores personas, más expertas, más compasivas, más habilidosas... con este objetivo este trimestre organizamos distintas formaciones donde deberás tener en cuenta algunas claves.

1. Que la formación sea de tu interés por la labor social que realizas.

2. Que se ajuste a tus expectativas o a tu nivel de conocimiento.

3. Que puedas acudir a todas las sesiones que se proponen del taller en cuestión en la medida de tus posibilidades.

4. Te animamos además a compartir con tu equipo tanto tu inquietud para aprender, animando a otras personas a formarse como a compartir lo aprendido en tu entorno.

5. Evalúa el taller para que sigamos avanzando como entidad en las propuestas formativas que necesitamos para llevar a cabo nuestra misión.

Como nos señala Benedicto XVI en la encíclica “Caritas In Veritatis” (30) “La caridad no excluye el saber, más bien lo exige, lo promueve y lo anima desde dentro. El saber nunca es sólo obra de la inteligencia. (…) Sin el saber, el hacer es ciego, y el saber es estéril sin el amor. En efecto, el que está animado de una verdadera caridad es ingenioso para descubrir las causas de la miseria, para encontrar los medios de combatirla, para vencerla con intrepidez.”