Este pasado domingo, 5 de enero, volvimos a salir a la calle para celebrar el ya tradicional Roscón Solidario de Caritas Gipuzkoa. Y con esta, ya van seis ediciones.
Fue una jornada entrañable en la que el voluntariado, las personas acompañadas y las trabajadoras de Caritas Gipuzkoa unimos una vez más nuestras voces para sensibilizar sobre las situaciones de exclusión y pobreza que afectan a niños, niñas y jóvenes de nuestro entorno. En esta ocasión, pusimos el foco en el impacto que la falta de vivienda familiar está teniendo en la infancia, ya que en Caritas hemos comenzado a detectar casos de familias con menores a su cargo que viven o están en riesgo de vivir en la calle.
Gracias a la colaboración de los y las artesanas de la asociación Gozoa, pusimos a la venta 1.500 raciones de roscón, de las cuales se vendieron 1.400. Los fondos recaudados se destinarán íntegramente a programas de vivienda dirigidos a familias, principalmente al programa Zubia y a ayudas económicas que apoyarán el pago de alquileres y suministros básicos. Desde aquí, un enorme agradecimiento a todas las personas que os acercasteis a compartir un trozo de roscón y colaborar con la causa. Los 100 packs restantes endulzaron el postre de las personas que comen cada día en el comedor social de Aterpe y en el centro residencial Trintxer-Emeki.
El buen tiempo acompañó una mañana que, como novedad, estuvo animada por una variada ambientación musical. La jornada comenzó con la música del txistu, seguida de los villancicos del grupo Bi-Bost. Un otxote y un grupo de danzas de Zarautz-Andoain pusieron el broche final, haciéndonos bailar entre bocado y bocado de roscón. Niños, niñas, jóvenes y mayores llenaron de vida y color una mañana que se está convirtiendo en tradición para muchas familias. Como cada año, nuestro obispo, Fernando Prado, tampoco faltó a la cita, compartiendo un trozo de roscón junto al delegado de Caritas Gipuzkoa Patxi Aizpitarte, el secretario general José Emilio Lafuente y la administradora Kontxi Elexpe.
En definitiva, un día redondo que no habría sido posible sin la implicación de numerosas personas voluntarias que, con mimo y dedicación, cortaron el roscón, prepararon los packs y ofrecieron su mejor sonrisa, la víspera de Reyes, en la plaza Gipuzkoa. Mila esker, benetan. Gracias también a las empresas y entidades amigas que hacen realidad el Roscón Solidario: a Gozoa por sus magníficos dulces, a Gureak por el chocolate caliente, a Eroski por las galletas, a Ékolo por los zumos, y a Komaidak, Envaseko, Panchito, Usabiaga y Caja Rural de Navarra por contribuir a que todo saliera perfecto.
Porque construir una sociedad más justa, donde todas las familias puedan tener un hogar digno, es una tarea de todas y todos. Mila esker.
