Muchas horas de nuestra vida las pasamos en la calle. De joven, muchos más, hasta convertirse en nuestra ‘primera’ casa. Acudíamos a casa casi-casi, solamente a comer y a dormir. Actualmente en la calle transcurren muchas horas de nuestra vida.
Ahora, a muchas personas les sucede lo mismo. O algo parecido. Pasan el día en la calle. El día, no; los días… No porque quieren (como nosotras/os) sino porque no tienen a donde ir. Viven en la calle; residen en la calle, en la crudeza de la calle. Se mueven de un lugar a otro pero, siempre, sin rumbo.
Acerquémonos a ‘esa’ calle..