Con motivo del 10 de octubre, Día Mundial de la Salud mental, una vez más, nos acercamos a alguno de los aspectos que requieren, por una parte, de una reflexión general a nivel social y por otra, de la asunción de responsabilidades y adopción de medidas desde las instituciones y entidades responsables del bienestar colectivo. Este año, centraremos nuestras consideraciones en el ámbito laboral. En la relación entre trabajo remunerado y salud mental.
Según dice la OMS , el trabajo puede proteger la salud mental. Es más, el trabajo decente, la apoya. De ahí la importancia y la responsabilidad de crear entornos y condiciones de trabajo en los que se mitigan o eliminan los riesgos para la salud mental.
Además, según datos del INE del año 2020, las personas con problemas de salud mental sufren las mayores tasas de desempleo dentro del colectivo de la discapacidad y, en concreto, según las mismas fuentes, la tasa de empleo supera ligeramente el 17%. O lo que es lo mismo, más del 80% de las personas con problemas de salud mental están desempleadas.
Trayendo la reflexión a nuestra realidad más cercana, uno de los objetivos que establece el documento titulado “Estrategia de salud mental de Euskadi, 2023-2028“ es el de la "promoción de la empleabilidad de las personas con enfermedad mental con los soportes sociales necesarios".
Ciertamente, cuando hablamos de una sociedad inclusiva y solidaria, visualizamos una comunidad de personas con las mismas oportunidades en diferentes ámbitos de la vida, por lo que los datos señalados anteriormente evidencian que todavía nos queda un largo camino por recorrer si de verdad queremos ser parte y partícipes de una sociedad “de” y “para” todas las personas.
El trabajo remunerado además de ser una fuente de ingresos, o precisamente por ello, también posibilita cubrir necesidades y/o deseos en otras esferas como pueden ser las del desarrollo personal, con la posibilidad de contar con una red social, un aumento en la auto-percepción, auto-valoración y, por lo tanto, en la autoestima, etc.
Por todo esto, debemos reivindicar donde y a quien corresponda que quien pueda responder a las exigencias de una responsabilidad laboral acorde a sus capacidades, lo haga. Creemos que es nuestra labor, apoyar y sostener a quienes están esforzándose en aportar su grano de arena en el ámbito laboral.
En Gizaide lo tenemos claro.
Onintza Lasa,
directora de Gizaide Fundazioa.