Vivimos en un mundo cada vez más globalizado, en constante cambio, en el que son más posibles los desplazamientos de personas. Desplazamientos, que son por razones económicas, política, bélicas, sociales, culturales o de cualquier otra índole son un fenómeno tan antiguo como la humanidad.
Nos preocupa especialmente la situación de cientos de miles de desplazadas/os y refugiadas/os a causa de la penosa guerra en Siria y otros países y las muertes de los inmigrantes en el Mediterráneo, en esas barcas que en lugar de ser una vía de esperanza han sido un camino de muerte.