Bloque 1
Ficha 3 –
Para qué sirve esta ficha
Para situar una lectura creyente y crítica de la realidad que oriente el MAS y prepare decisiones transformadoras en las siguientes fichas
Ideas clave
«Es deber permanente de la Iglesia escrutar a fondo los signos de los tiempos e interpretarlos a la luz del Evangelio, de forma que, acomodándose a cada generación, pueda la Iglesia responder a los perennes interrogantes de la humanidad sobre el sentido de la vida presente y de la vida futura» (GS 4)
Desarrollo
Realidades y crisis del presente
El contexto social actual no es fácil de caracterizar. Sin pretensión de exhaustividad, podemos señalar algunas tendencias que atraviesan nuestra vida colectiva: el cambio climático, la digitalización de la vida, el envejecimiento de la población, la crisis de los cuidados, la emergencia de la soledad como problema social o el auge de fuerzas políticas autoritarias que tensionan la democracia.
Vivimos un tiempo de crisis múltiples, que avanzan a ritmos distintos pero que se refuerzan mutuamente, configurando un presente frágil y tensionado. La degradación ecológica y la erosión de los sistemas públicos de bienestar se retroalimentan generando desigualdad y fractura social. Como nos recuerda el papa Francisco, “no hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una única y compleja crisis socioambiental” (LS 139).
Todo esto alimenta un clima de miedo que erosiona la cohesión social y proyecta la incertidumbre y el malestar sobre un “otro” percibido como amenazante: personas inmigrantes, minorías étnicas y religiosas, mujeres o personas LGTBI. Así se expanden discursos de odio y retrocesos en derechos (Nussbaum, 2019).
Las crisis actuales —económica, social, ecológica y política— atraviesan toda la sociedad y sus instituciones, pero golpean con mayor dureza a quienes ya estaban en situación de pobreza o exclusión. Desde 2008 hemos visto cómo su frecuencia e intensidad aumentan y cómo las desigualdades se consolidan. Según FOESSA (2024), el incremento de la inestabilidad vital y de la soledad no deseada se consolida como tendencia estructural, con especial impacto en hogares con menores y en personas migrantes.
Una mirada creyente y transformadora
El análisis de la realidad es un ejercicio de fidelidad al Evangelio. Se trata de leer lo que ocurre no solo para describirlo, sino para discernir qué cambios necesitamos impulsar desde nuestra acción social y qué compromisos son hoy posibles y urgentes.
Tres movimientos de una mirada creyente
- Escuchar a las personas y a los territorios (datos y escucha cualitativa).
- Contrastar con la Palabra y la Doctrina Social de la Iglesia.
- Orientar la acción hacia transformaciones concretas, evaluables y sostenibles.
Caritas, por identidad, «no puede ni debe quedarse al margen en la lucha por la justicia» (EG 183). Mirar hondo nos abre a vínculos de proximidad, a un lenguaje más humano y a opciones que prioricen a quienes menos cuentan.
Brotes de esperanza y horizontes de futuro
Mirar la realidad con profundidad implica también reconocer señales de esperanza: redes de apoyo mutuo, iniciativas comunitarias, innovaciones en cuidados, prácticas de economía solidaria. Son brotes pequeños, pero reales, que muestran que otra manera de vivir es posible cuando ponemos la dignidad en el centro, ensanchamos el “nosotros” y tejemos respuestas compartidas
Para reflexionar
1. ¿Qué aspectos de la realidad actual no estaban tan presentes en 2009 y debemos incorporar para un MAS significativo hoy?
2. ¿Qué rasgos de esta realidad experimentas en tu vida, en tu equipo o en tu entorno cercano?
3. ¿Qué rostros y situaciones acompañadas en Caritas condensan mejor estos cambios y qué nos piden revisar?
La cita
«Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis» (Lc 10,23).