7 de cada 10 personas atendidas no dispone de padrón, lo que dificulta el acceso a derechos sociales y apoyos públicos.
Coincidiendo con el Día Mundial de las Personas Sin Hogar, Caritas Gipuzkoa vuelve a dar a conocer la realidad de la exclusión social y residencial en nuestro entorno más cercano. Junto con la sensibilización y la incidencia pública, nuestra entidad dispone de diversos centros, programas y proyectos cuyo objetivo es acompañar a estas personas en un camino que las lleve a mejorar su calidad de vida, e iniciar o continuar procesos de autonomía personal e inclusión social.
Mantenimiento en la atención
Durante los primeros 9 meses de 2025 (1 enero-30 de septiembre), Caritas Gipuzkoa ha acompañado a 1.216 personas sin hogar, una cifra que supone un ligero descenso del 7,4 % respecto al mismo periodo de 2024. Cabe puntualizar que estos datos no son un reflejo directo de la realidad del sinhogarismo en la calle, ya que muchas personas se marchan a otro lugar o encuentran una solución habitacional temporal.
De las 1.216 personas sin hogar atendidas:
- 90 % son hombres, 9 % son mujeres y un 1 % no están asignadas
- 93 % son de origen extranjero y un 7 % tiene nacionalidad española
- 1.009 personas (83 %) tienen entre 18-44 años.
De estos datos se desprende que el sinhogarismo atendido afecta sobre todo a hombres jóvenes de origen migrante. Estas situaciones se ven agravadas por trabas administrativas (especialmente el empadronamiento), dificultades de acceso a la vivienda y al empleo.
Casi 8 de cada 10 personas sin hogar no dispone de ningún tipo de alojamiento
Los datos de la intervención social de Caritas Gipuzkoa reflejan que el 78,8 % de las personas —958 de 1.216— no disponía de ningún tipo de alojamiento en el momento de la atención. El resto residía en centros residencial de Caritas, en acogida o en alojamientos inadecuados o inseguros como, por ejemplo, chabolas.
Ante estas realidades, resulta clave impulsar políticas públicas de vivienda específicas orientadas a las personas en exclusión residencial grave, con alternativas habitacionales adecuadas y estables y una coordinación efectiva entre protección social y vivienda. Desde Caritas Gipuzkoa subrayamos que estas medidas son imprescindibles para frenar la cronificación y garantizar condiciones de vida dignas.
El padrón: la llave para ejercer derechos
De las 1.216 personas atendidas, 862 no están empadronadas (70,9 %). Son 7 de cada 10. Entre quienes sí figuran en el padrón, el 10,8 % lo hace mediante padrón social; el 7,1 % en la Administración (86 personas) y 3,7 % en alguna entidad social (45).
Recordemos que acceder al padrón es el primer escalón para acceder a derechos sociales (sanidad, educación, prestaciones y/o alojamiento) y, de esta manera, evitar la cronificación de las situaciones de exclusión. Por ello, desde Caritas insistimos en que es clave simplificar y agilizar su tramitación —incluido el padrón social— y reforzar la coordinación institucional.