Esta IX Jornada Mundial de los Pobres (16 de noviembre) que la Iglesia celebra bajo el lema 'Tú, Señor, eres mi esperanza' llega justo después de que Cáritas Española haya presentado los datos del IX Informe FOESSA, una radiografía preocupante sobre la exclusión social en España. Este trabajo refleja una profunda y preocupante fragmentación social, con 4,3 millones de personas en situación de exclusión severa. Un 52% más que en 2007.
Ante esta realidad, el papa León XIV alerta del riesgo de "acostumbrarse y resignarse ante las nuevas oleadas de empobrecimiento. Frente a ello, invita a poner a los pobres en el centro de la mirada y a generar “nuevos signos de esperanza que testimonien la caridad cristiana”.
Jornada Mundial de los Pobres en el contexto del Jubileo de la Esperanza
La Jornada de este año se celebra en el contexto del Jubileo de la Esperanza. Ambas iniciativas coinciden en la urgencia de hacer visible la esperanza, especialmente entre los que viven en situación de pobreza, son víctimas del hambre, la violencia, el desplazamiento forzoso de sus lugares de origen y la vulneración de sus derechos humanos.
Pero, como recuerda León XIV, permanecer firme en la fe es encontrar en Dios "la roca en la que apoyarse".
Nuevos signos de esperanza que testimonien la caridad cristiana
León XIV también indica las responsabilidades que conlleva “la invitación bíblica a la esperanza”. Mientras se afrontan las causas estructurales de la pobreza “todos estamos llamados a crear nuevos signos de esperanza que testimonien la caridad cristiana, como lo hicieron muchos santos y santas de todas las épocas”. Entre esos signos de hoy destaca las casas-familia, las comunidades para menores, los centros de escucha y acogida, los comedores para los pobres, los albergues o las escuelas populares “tan importantes para sacudirnos de la indiferencia y motivar el compromiso en las distintas formas de voluntariado”.
Para la Iglesia, los pobres “no son una distracción” sino “los hermanos y hermanas más amados”. Por eso, la Jornada Mundial de los Pobres “quiere recordar a nuestras comunidades que los pobres están en el centro de toda la acción pastoral. No solo de su dimensión caritativa, sino también de lo que la Iglesia celebra y anuncia”.
León XIV acaba su escrito poniendo su esperanza en que este Año Jubilar “pueda impulsar el desarrollo de políticas para combatir antiguas y nuevas formas de pobreza, además de nuevas iniciativas de apoyo y ayuda a los más pobres entre los pobres. El trabajo, la educación, la vivienda y la salud son las condiciones para una seguridad que nunca se logrará con las armas”.