A menudo hablamos de personas sin hogar. Sin embargo, una persona sin hogar no es más que alguien que está buscando la manera de hacerse un sitio en esta sociedad. Porque un hogar es mucho más que un sitio donde dormir, es también disponer de un entorno social y relacional con el que poder desarrollarnos como personas, en el que poder convivir y desde el que poner en marcha nuestro proyecto de vida.