
Gaur, martxoak 28, Ostegun Santua da eta hemen duzue Patxi Aizpitarte, gure gotzain-delegatuaren gogoeta:
"Jueves Santo nos evoca y conecta con aquella última y memorable cena de Jesús con sus discípulas y discípulos en la Ciudad Vieja de Jerusalén. En el marco de esa cena nos deja su sencillo, pero valioso, testamento: el lavatorio de los pies como actitud básica de servicio de todo creyente, el mandamiento del amor como distintivo de los cristianos y la Eucaristía como unión con Cristo, que se nos da como Palabra y alimento.
Cuenta Leonardo Boff al hablar de “Los Sacramentos de la Vida” que su madre, ya viuda y con cabellos blanqueados, a pesar de vivir en una gran ciudad brasileña con multitud de panaderías, de vez en cuando cocía pan en el horno de casa. Una vez cocido, lo repartía entre los hermanos que vivían en la ciudad, casados ya y con hijos/as. Todos hallaban el pan maternal más sabroso: era el pan de la madre. Ese pan evocaba el recuerdo de la infancia y juventud pasada en casa de los padres, en el campo, donde la madre cocía semanalmente el pan familiar para sus once hijos.
Lo mismo ocurre en la Eucaristía. El pan que compartimos transciende el pequeño trozo de pan que recibimos: trae a la memoria el Pan que Jesús ofreció a sus primeros discípulos en la Última Cena. Evoca la vida de Jesús, su entrega por cada uno de nosotros, nuestra pertenencia eclesial, nuestro compromiso por vivir el Evangelio.
Jesusek badaki ordu gutxi gelditzen zaiola. Oso gertu du heriotza eta beretarrekin bizi nahi ditu azken orduak. Afari berezia antolatzen du, bere ikasle eta lagunik maiteenak agurtzeko. Afariaren barruan esandako hitzak eta egindako zeinuak Maisuaren testamendu bihurtuko dira ikasleentzat: oinen garbiketa, maitasun agindu berria eta Eukaristiaren eraketa".